Alegría y gozo entre religiosos y laicos que apoyaron la realización del IEC2024. La Santa Sede, a través del comité pontificio para los congresos eucarísticos, visitó varias veces Ecuador, para capacitar al equipo organizador.
El domingo 15 de septiembre, el 53 Congreso Eucarístico Internacional, bajó el telón. El objetivo planteado hace tres años, se cumplió. La Conferencia Episcopal Ecuatoriana hizo causa común para sacar adelante este evento.
Mons. Danilo Echeverría, Obispo Auxiliar de Quito, expresó su alegría por la meta cumplida. El evento contó con la participación de más de cuatro mil representantes de 57 países. Cada comisión contaba con un significativo número de colaboradores. Solo la comisión de liturgia tuvo el apoyo de mil voluntarios. “Nuestro objetivo era que la presencia de Jesús en la Eucaristía sea lo más solemne, sagrado y sublime, por eso se cuidaron todos los detalles. Quien finalmente sacaba adelante el congreso era el Señor, esa certeza nos acompañaba siempre”, comenta Mons. Danilo.
Entre los eventos que más esfuerzo demandaron, están las Eucaristías en idiomas, y la procesión con el Santísimo. Mons. Danilo recuerda que varios sacerdotes se emocionaron hasta las lágrimas durante la procesión.
La calle García Moreno lucía llena de luces que desprendían las velas. La gente desde los balcones, veredas y calles alababa al Señor. La procesión llegó hasta la Basílica del Voto Nacional, que estuvo repleta de fieles. Para la elaboración de las alfombras de rosas que solemnizaron el paso del Santísimo, se trabajó con más de un año de anticipación. Las comunidades religiosas y movimientos laicales presentaron en cada alegoría, elementos referentes a la Eucaristía. Los monaguillos se concentraron en la Plaza de San Francisco, desde las 14H30. Al cabo de cinco horas, estaban agotados pero contentos porque iban abriendo la procesión con el solemne sonido de las campanas.
Al tratarse de más de cuatro mil asistentes a las Eucaristías campales, la consagración del pan y vino se realizó con la participación de los sacerdotes, desde el lugar donde se encontraban concelebrando.
Se distribuyeron hasta 80 vasos sagrados a los sacerdotes concelebrantes. Fue complejo y exigió varios repasos, comentó Mons. Echeverría.