Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca presidió la Eucaristía en Acción de Gracias por los 200 años de cantonización de Gualaceo.
Gualaceo, Jardín del Azuay lleno de encanto, es conocido por sus artesanías, gastronomía, cultura, turismo, por su fe en las diferentes fiestas religiosas y por sus hermosos paisajes bañados por los ríos Santa Bárbara, San Francisco y Guaymincay. Esta ciudad situada en el valle del Santa Bárbara, destaca por su gente amable, acogedora y trabajadora..
La Eucaristía festiva fue concelebrada por los exsacerdotes de Gualaceo y sacerdotes de la vicaría oriental. Asistieron autoridades civiles, policiales y pueblo en general.
En la homilía Mons. Marcos dijo que celebrar el Bicentenario de la cantonización de Gualaceo no es solo cuestión de fechas. No basta la reseña histórica.
Entre los acontecimientos fundantes de nuestros pueblos está la fe católica, la epopeya misionera, con sus luces y sombras, y el mestizaje de nuestros pueblos, marcados por amor y dolor, muerte y esperanza. A estos acontecimientos debemos volver periódicamente, con objetividad, para mantener, fortalecer y, dado el caso, recuperar nuestra identidad y, no quedar, como dice el Papa, huérfanos de Patria.
El Bicentenario de la cantonización de Gualaceo es una buena ocasión para levantar vuelo y mirar horizontes más grandes. Recordemos que somos el continente de la esperanza, somos un pueblo joven, no podemos volver a confiar en ideologías que han demostrado fracasos económicos y devastaciones humanas.