Esta semana se vivieron las fiestas patronales en honor a San Sebastián, un santo que es muy querido en todo el mundo y en el cantón el Sígsig. San Sebastián fue un mártir, oriundo de Milán, que se dirigió a Roma en tiempo de crueles persecuciones y sufrió allí el martirio a comienzos del siglo IV. Al celebrar su fiesta, los devotos pidieron su intercesión, para que Dios les dé la fortaleza de enfrentar las dificultades que en el mundo asechan. La Eucaristía central de fiesta fue presidida por Mons. Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca y fue concelebrada por varios sacerdotes del clero de Cuenca.
