El mundo entero experimenta la fragilidad humana, frente a las consecuencias de un nuevo virus que, rápidamente se fue apoderando de la humanidad y nos ha obligado a todos a vivir en la incertidumbre, la desesperanza y también de la globalización de la indiferencia, hacia nuestros hermanos, que sufren la consecuencias de esta pandemia. Sobre todo, en un país como el nuestro, donde se evidencia la desigualdad social, la decadencia de un sistema sanitario, el desempleo, la exclusión social y empobrecimiento, a causa de las contradicciones estructurales, en la que vivimos.
Los ecuatorianos, no solo nos hemos visto afectados por la crisis sanitaria, por el COVID-19, sino que tambien nos enfrentamos a la pandemia de la corrupción, la indolencia de empresarios que despiden ijustamente a sus trabajadores y tambien nos enfrentamoa a la indiferencia social.
Celebrar la fiesta del Corpus Christi, para los cristianos, es dar una mirada a la realidad de nuestro pueblo; es mirar el rostro humano de Dios en nuestros hermanos, que hoy sufren las consecuencias de la pandemia.
Pastoral Social Cáritas, asumiendo su Misión de Vivir, Orientar y Coordinar la Solidaridad, estamos presentes en estos momentos difíciles del confinamiento obligatorio y lo hemos hecho reactivando el Banco Arquidiocesano de Alimentos, con el apoyo de Monseñor Marcos Pérez Caicedo y en coordinación con diversas entidades afines y de gobierno, cin o cual estamos llegando con ayuda humanitaria a la población en situación vulnerable.
Agradecemos a los sacerdotes, vicarios, a la empresa privada y a todos los hermanos, que con su contribución, han sido sensibles al sufrimiento del hermano practicando la solidaridad y haciendo visible el rostro de Jesús en la opción preferencial por los más pobres de nuestra Arquidiócesis.
La Iglesia de Cuenca, a través de Pastoral Social – Cáritas Cuenca, invita a todos a que convirtamos esta crisis en la oportunidad para escuchar el mensaje del evangelio y ser portadores de la globalización del amor y la solidaridad.
Seguimos contribuyendo, a través de la Campaña Nacional de Pastoral Social Cáritas, deminida: “ Que nadie se quede atrás“, que recibe todas las donaciones, a través de las parroquias y la Curia Arquidiocesana.
