Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca, dijo que estamos en el momento oportuno para reflexionar sobre nuestra vida, ahora que estamos terminando un nuevo año. Es importante hacer un examen de conciencia, y lo más importante, dar gracias a Dios por el año que estamos culminando. Al mismo tiempo debemos pedir perdón porque no todo lo que hemos hecho en el 2022 ha estado bien. De pronto nos hemos alejado de Dios, hemos ofendido al hermano, por eso es necesario con mucha humildad y sinceridad acudir al Señor, para pedir perdón y agradecer. Pero es necesario también hacerlo con nuestros hermanos, con nuestra familia, con nuestros compañeros de trabajo.
Y para el año nuevo, lo que debemos hacer es tener grandes propósitos, pero eso sí, cosas que podamos realizar, teniendo siempre presente que será con la ayuda de Dios, con su presencia diaria y paternal.
Monseñor Marcos Pérez, aprovechó para saludar y desear a toda la comunidad cuencana y de Azuay, un feliz y bendecido año nuevo, que tengamos también presente la presencia maternal de nuestra Madre la Virgen María, y que el Señor nos de la gracia de empezar un nuevo año en paz, que cese la violencia, la división y la inseguridad en el nuevo año.