“Una comunidad se convierte en parroquia eclesiástica cuando ha madurado en la fe, cuando está organizada, cuando se celebran los misterios de nuestra redención”, expresa Monseñor Marcos Pérez.
El pasado 26 de febrero, fue un día de fiesta para la comunidad de Misicata, perteneciente a la ciudad de Cuenca. El sueño de convertirse en parroquia eclesiástica se hizo realidad. La comunidad celebró este día con una procesión que precedió a la Eucaristía de Acción de Gracias por la creación de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de Misicata y posesión de su primer párroco P. Marco León Jara.
El trabajo para llegar a este gran día, comenzó hace varios años con la construcción del templo. Muchos de los que ayudaron para su edificación, ya no están físicamente, pero la fe vive en la comunidad que celebra en el templo festividades como el culto al Santísimo Sacramento, y las fiestas de la Virgen del Rosario y de la patrona Santa Teresita del Niño Jesús.
La parroquia Santa Teresita del Niño Jesús de Misicata, fue creada mediante decreto expedido por el Arzobispo de Cuenca el 27 de febrero de 2023. Conforman la nueva parroquia, los siguientes barrios y comunidades: Centro parroquial, Playas de Misicata, Puente de Misicata, La Cruz de la Y de Misicata, Antenas de Misicata, Misicata Bajo, Hucaloma, Gruta de Lourdes, San Juan de Barabón y Lirios.
El padre Marco León Jara, oriundo de Loja, fue posesionado como primer párroco de Santa Teresita del Niño Jesús de Misicata. El Azobispo Marcos Pérez pidió para el presbítero, gracias y dones necesarios para el desempeño de este encargo pastoral.
En su homilía, Monseñor Marcos Pérez reflexionó que “una comunidad se convierte en parroquia eclesiástica cuando se toma en serio la formación, la catequesis, la misión de la familia. Cuando la comunidad se acuerda de los pobres. Debe ser una comunidad viva, no solo de nombre. Una parroquia de vida cristiana donde se celebre la fe. De ahora en adelante la misión es caminar juntos, el sacerdote y los laicos, para escuchar la voz del Señor viviendo la corresponsabilidad en el trabajo pastoral”.