Ante el clima de violencia creciente en el país, la Iglesia local promueve con una marcha, el amor, la reconciliación la justicia y la paz social.
La sociedad ecuatoriana ve con desazón el incremento de violencia, reflejada en las muertes violentas que ocurren con frecuencia en varias ciudades del país. El Gobierno en su afán de contener esta violencia, ha decretado el libre porte de armas, lo que hace temer que lejos de solucionarse el problema, éste se agravará.
En este contexto, la Arquidiócesis de Cuenca convoca a la población a comprometerse fervientemente con la paz, bajo el amparo de Jesús y de María. Por ello ha organizado la Marcha por la paz, misma que se desarrollará el sábado 20 de mayo, Día de la Iglesia. La partida será desde la Catedral de la Inmaculada Concepción hasta el Coliseo Mayor, donde habrá una Eucaristía. La imagen de la Virgen de El Cisne acompañará esta procesión de fe, a la que están convocadas todas las familias.
Al igual que la Iglesia, a nivel nacional, varias organizaciones han expresado su llamado a la reconciliación social. Ya lo ha dicho el Papa Francisco, la guerra comienza en nuestros corazones, cada vez que permitimos que la violencia sustituya a la justicia y al perdón. La Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz también insiste en este pedido. Estamos llamados a desarmarnos, a desarmar nuestras palabras, nuestras acciones, nuestras revanchas, nuestros resentimientos y venganzas, odios y pasiones. Al mismo tiempo debemos desarmar la pobreza la corrupción, la injusticia …No hay paz sin justicia, nos recuerdan
Ante esta realidad, la Comisión ha expresado su preocupación por la legalización de la tenencia y porte de armas como una respuesta a la creciente ola de inseguridad y violencia que vive el país, pues considera que lejos de garantizar un ambiente de paz, puede ayudar a matarnos, a convertir nuestra cotidianidad en un campo de batalla. Esta organización insiste que es el Estado el llamado a garantizar nuestra integridad.