Vestida de chola cuencana, con falda azul, blusa bordada banca, una macana fucsia y sombrero, así llegó a Cuenca La ”Churonita”.
El 15 de mayo la Churonita de El Cisne, vino por tierra acompaña del P. Sócrates Chinchay, Rector del Santuario de El Cisne. A su arribo en el Parque La República, cientos de feligreses la esperaban con cánticos y plegarias. Su llegada fue muy emotiva. Cientos de fieles acompañados de sus familias le ofrecieron una serenata y rezaron el Rosario. El Arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez y varios sacerdotes animaron la jornada. A bordo de un vehículo adornado con flores, la imagen avanzó hasta la Catedral de La Inmaculada Concepción, donde fue recibida por una lluvia de pétalos de flores. Antes, en San Blas, un castillo de luces se encendió para darle la bienvenida.
Con flores, música, danza e incienso, los cuencanos abrazaron a la Virgen de El Cisne.
Para el segundo día de visita, la imagen y su hijo vestían otro atuendo. Esta vez era un vestido blanco con apliques de flores color turquesa. En la parte inferior de la falda se leía la leyenda “Virgencita de El Cisne ruega por la paz universal”.
Para el jueves, cuarto día de visita, la Virgen y el Niño en su brazo, mostraban vestido amarillo con turquesa.
A sus pies, decenas de arreglos florales con los cuales sus devotos le expresaban el cariño.
En las diferentes Eucaristías, la Catedral estaba llena de feligreses. Al final de la jornada diaria, los comerciantes de los mercados de Cuenca ofrecieron a la Churonita y a sus files, serenata, castillos de luces y danzas.
Aquí algunos testimonios de sus devotos: “Con la Virgen del Cisne, se puede todo”, “El corazón se conmueve al mirar esta bella imagen”, “Solamente con el poder y la fuerza de ella. Siempre he dicho que me de la oportunidad para gritarle a los cuatro vientos el poder que tiene María, madre de Dios y madre nuestra”, “Soy una fiel devota y he recibido muchos favores de ella”, “Esperamos que su manto bendito cubra la ciudad de Cuenca, su visita es una gran bendición”