El jueves 29 de junio se celebró la Solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo, dos figuras diferentes, pero al servicio del mismo Evangelio; ellos son quienes nos estimulan ante todo, a aumentar nuestra conciencia de Iglesia. Cristo quiso que Pedro, Pablo y los demás apóstoles fueran los fundamentos visibles, puntos de referencia de la unidad, de la fe y de la caridad.
Ahora el Papa, como sucesor de Pedro es quien preside la comunidad eclesial desde la caridad, por eso cada año se reúnen en oración por el obispo de Roma y se pide al Señor que infunda en el espíritu de fortaleza para que el Papa Francisco siga guiando al pueblo santo de Dios.
Asimismo, en el contexto de esta solemnidad, la Arquidiócesis de Cuenca compartió la alegría de cinco sacerdotes, que este año celebran sus bodas de plata sacerdotales: P. Gustavo Ortiz, P. Marcelo Gómez, P. Víctor Cabrera, P. Tobías Marcelo Remi y P. Luis Rivera Giraldo. El clero de Cuenca se reunió en la Catedral de la Inmaculada Conceción para participar de la Eucaristía de Acción de gracias por la vida y servicio de los hermanos presbíteros. Monseñor Marcos Pérez presidió la Eucaristía donde se pidió bendiciones para ellos, bajo el patrocinio de San Pedro y San Pablo.