El 24 de octubre el P. Marco Martínez fue nombrado por el Papa Francisco como Capellán de su Santidad. El próximo 8 de diciembre recibirá dicho nombramiento.
El Proyecto Nero en Cuenca, es una muestra de lo que puede alcanzar la comunidad, cuando trabaja por un objetivo común. Esta obra que permitió dotar de agua a más de cincuenta mil usuarios tuvo un líder que no desmayó durante cinco años, hasta hacer realidad este sueño. Nos referimos al P. Marco Martínez, quien como párroco de Turi durante 26 años, encabezó esta minga. Este sacerdote de 86 años, oriundo del cantón Cañar fue nombrado por el Papa Francisco como Capellán de su Santidad, por lo que desde ahora adoptará el título de Monseñor.
La noticia le causó sorpresa. De no ser porque el propio Arzobispo de Cuenca se la transmitió, habría pensado que era una broma. Para Martínez este nombramiento honorífico es una renovación de su fe en la Iglesia. “Monseñor ha tenido la bondad de solicitar este nombramiento, por lo cual agradezco mucho, aunque considero que hay tantos sacerdotes que han trabajado más y han hecho grandes obras por el pueblo y la Iglesia”, dijo Mons. Martínez.
Para el sacerdote es innegable la presencia de Jesús en la comunidad, en lo pobres. Dice que el trabajo a través del proyecto Nero, le permitió tener una comunicación personal con la gente y con Cristo. “Mi querido hermano Turi, tiene un sabor afectivo. El campesino es especial por su bondad, acogida y generosidad. En nosotros está el milagro, la vida, la unión, la empatía, el compartir. Trabajar con la gente fue lo mejor. Construimos carreteras para unir anejos, impulsamos escuelas y un colegio”, recuerda con mucha alegría.
Marco Martínez se siente agradecido con Dios y con sus padres Victoriano Martínez y Domitila Verdugo, por darle la vida. Amar a Dios es amar al prójimo. El rostro de Cristo está en el rostro del pobre, ha manifestado.
Martínez sintió los primeros impulsos de la vida cristiana en la escuela de los hermanos cristianos. Se graduó en la Academia Militar Ecuador. Estudió filosofía, luego teología en el Seminario San José de Quito. Sirvió en el Santuario El Cisne (Loja). Fue secretario-canciller en la Curia de Azogues. Se graduó como orientador vocacional en la Universidad Católica. Estuvo al frente del Seminario menor y mayor en Cuenca. Fue párroco en Turi y Ricaurte. Estudió en Bruselas.