El mundo necesita oración y fraternidad para enfrentar los constantes peligros que atentan contra los seres humanos.
Con mucha fe y esperanza el pueblo católico en el mundo, espera que en este nuevo año, sean alcanzables anhelos como la paz, solidaridad y fraternidad. Sin duda son aspiraciones que necesitan de la voluntad y esfuerzo de todos, pero sobre todo de nuestras oraciones y confianza en Dios.
La Iglesia tiene durante todo el año, varias celebraciones religiosas, que son momentos trascendentes para pedir a Dios ese auxilio que necesitamos. En los ritmos y acontecimientos del tiempo recordamos, vivimos y celebramos los misterios de la salvación.
Centro de todo el año litúrgico es el sagrado Triduo pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado que tendrá su cumbre y cumplimiento en el Domingo de Pascua, el 31 de marzo.
Cada domingo, Pascua semanal, la santa Iglesia hace presente este acontecimiento grande, mediante el cual Cristo ha vencido el paco y la muerte.
A la Pascua llevan y de la Pascua nacen todos los otros días santos.
07 de enero, será el Bautismo de Jesús.
14 de febrero será el Miércoles de Ceniza.
12 de mayo, la Ascensión del Señor.
19 de mayo, Domingo de Pentecostés.
2 de junio, celebraremos el Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
7 de junio, celebraremos el Sagrado Corazón de Jesús.
24 de noviembre, celebraremos a Jesucristo, Rey del Universo.
1 de diciembre, será el Adviento de nuestro Señor Jesucristo.
También en las fiestas de la santa Madre de Dios, de los apóstoles, de los santos y en la conmemoración de los fieles difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra, proclama la Pascua de su Señor.
A Cristo que era, que es y que viene, Señor del tiempo y de la historia, gloria y alabanza por los siglos de los siglos.