Entre las cofundadoras de la Congregación figuran Beatriz Loyola, Leonor Gallegos, Lucrecia Gallegos, Emperatriz Calle y Emma Montero.
La Congregación de Misioneras de María Corredentora, celebró el pasado 4 de abril sus bodas de diamante. Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca presidió la Eucaristía en Acción de gracias. El propósito que inspiró la fundación de la congregación fue seguir a Cristo Redentor y Misionero, a ejemplo de María Corredentora. Nació bajo el auspicio espiritual del P. redentorista José Fidel Hidalgo Pérez, de quien las religiosas aprendieron la preocupación apostólica de San Alfonso, por los más pobres y abandonados. Como miembros de la Legión de María, asumieron la labor de servicio en favor de la mujer marginada.
La congregación vio la luz en Cuenca, en el tradicional barrio Las Tres Tiendas, el 4 de abril de 1964, con el permiso y bendición del Arzobispo Mons. Manuel de Jesús Serrano Abad.
La congregación también está presente en Ambato, Gualaceo, Huachi Floresta, San Alfonso en Quito, Chone, Sarayacu, Cutuglagua, Biblián, Juan Benigno Vela. También echó raíces en Bolivia y República Dominicana. Hoy 44 hermanas y dos novicias brindan su servicio en favor de mujeres marginadas de tres países, por lo que fue elevada a la categoría de Congregación de Derecho Diocesano.
En la Eucaristía por sus bodas de diamante, se realizó la profesión perpetua de las hermanas Rocío Alvarado y Tania Ávila.
Rocío Alvarado nació en Checa, es la séptima de ocho hermanos. A los 20 años sintió el llamado para la vida consagrada. Una religiosa le había dicho: “Dios solo una vez llama”. Así llegó el llamado profundo que no pudo resistir. Ingresó a la orden en el 2015. En el 2021 recibió su consagración y selló esta alianza con Dios.
Tania Ávila nació en Sígsig, es la cuarta de siete hermanos. El llamado lo sintió en un retiro espiritual para jóvenes, allí nace su deseo de ser misionera. Fue una hermana de la congregación quien le invitó a conocer de cerca la vida religiosa, naciendo así su deseo impostergable de servir a Dios desde esta congregación.