Mons. Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca. Eucaristía de apertura. “Los catequistas son misioneros que quieren cambiar el mundo. Trabajemos juntos, caminemos juntos y oremos juntos, como peregrinos de esperanza que han puesto su confianza en Aquel que jamás defrauda. Que María Inmaculada, la primera catequista, nos proteja en nuestro caminar y el Santo Hermano Miguel, patrono de los catequistas ecuatorianos, nos acompañe con su intercesión”.
Monseñor Alfredo Espinoza, SDB, Arzobispo de Quito. Eucaristía del 14 de febrero. “Han venido hasta Cuenca en una verdadera “Peregrinación” en este Año del Jubileo, para encontrarse, reflexionar, compartir la alegría de la misión, formarse y, sobre todo, creo yo, para “renovar” ese compromiso y ese gran servicio eclesial que llevan adelante con amor. Ustedes son “maestros de la fe”, que no sólo enseñan la doctrina, sino que la viven y la testimonian con su propia vida. Vayan desde Cuenca a todo el Ecuador y comuniquen con alegría la Buena Nueva.
Mons. Luis Gerardo Cabrera, OFM, Cardenal del Ecuador. Eucaristía de cierre. ”Cada Evangelio es una catequesis. Destacó el itinerario catequético con cinco momentos importantes: Escuchar al Señor, conocer, confiar, seguir y anunciar al Señor. La felicidad está en saber que Dios da a los pobres el Reino de Dios. Dios sacia, consuela a los tristes y acompaña en la tribulación, cuando más confiamos en el Señor, somos capaces de confiar en nosotros mismos y en los demás. Dichosos queridos catequistas si somos capaces de recorrer el camino de María y de Pedro”.