La celebración en general cerró con la Eucaristía en honor a la Virgen del Santísimo Sacramento, el 5 de mayo, presidida por el párroco del Santo Cenáculo, P. Óscar Narváez.
“Maestro que bien se está aquí”. Con esta frase bíblica la parroquia Santo Cenáculo, motivó a la colectividad a participar en la fiesta en honor al Santísimo Sacramento. La celebración se desarrolló del 1 de abril al 3 de mayo, periodo durante el cual hubo eucaristías a las 08:00 y 18:00, y adoración diaria al Santísimo. Adoradores, grupos de oración y párrocos acudieron a esta fiesta. El domingo 4 de mayo con mucho júbilo se vivió la fiesta del Santísimo. A las 16:00 Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de Cuenca, presidió la Eucaristía festiva. Luego se llevó a cabo una procesión con el Santísimo por las calles del Centro Histórico de Cuenca. En el trayecto los devotos organizaron varios altares para la adoración. Han sido días de mucha gracia y bendición para la colectividad, anotó el párroco P. Óscar Narváez.
En la procesión, no faltó la música ofrecida por la banda de los Hermanos Placencia, una agrupación originaria de Sígsig, que ha contado con tres generaciones de la familia. Henry Placencia, integrante de la banda, comenta que mientras interpretan las canciones, viven con el pueblo la misma fe y devoción al Santísimo.
Entre los presentes estaba una devota que acudió para expresar su gratitud al Señor. Ella lleva cincuenta años participando en la adoración al Santísimo.
Carmita Mosquera, otra devota dijo sentirse emocionada con Jesús a su lado. Ella aprendió la fe de sus padres, aunque los perdió muy temprano, se siente bendecida y acompañada por Dios. Carmita estuvo durante todo el mes en la adoración e invitó a dejarse arrastrar por el amor y dulzura que irradia el Señor.
Teresa Zamora vino desde Medio Ejido. Le acompaña al Señor a todas las iglesias. Llegó con su familia para agradecer la abundancia recibida del Creador. Recuerda que, desde pequeña, como no tenía para el pasaje, iba caminando, robando flores para llevarle al Santísimo.
La Hna. María Paz, de la congregación de Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial, participó durante todo el mes en la hora santa a las 19:00. Comentó la felicidad que sintió al compartir esta experiencia que le ha permitido observar la sed de Dios que tiene la gente, una sed que cada día va creciendo.